Messi y Soufian, la historia de dos grandes
Madrid. Leo Messi tiene un amigo muy especial: se llama Soufian Bouyinza, tiene 11 años y es un gran admirador del astro argentino y de su club, el Barcelona. Pero Soufian tiene algo que lo diferencia de muchos otros chicos de su edad, ya que no tiene piernas.
Pese a ello, juega al fútbol, al baloncesto, nada y monta en bicicleta. Eso es posible gracias a sus prótesis y a su enorme espíritu de superación. Y esto es algo que emociona incluso a una estrella como Messi. “Te admiro mucho porque estás luchando cada día por tus objetivos”, le dijo el argentino a Soufian en una ocasión.
La historia de la amistad de ambos la cuenta una película producida para la televisora catalana TV3. “Tengo una conexión especial con él”, dice Messi cuando se le pregunta por Soufian, cuyos padres son inmigrantes de Marruecos que viven cerca de Barcelona. Allí nació Soufian.
El muchacho vino al mundo con una enfermedad muy rara llamada Síndrome de Laurin-Sandrow, la cual causa malformaciones de las extremidades. “Fue él mismo, a sus ocho años, quien le pidió a su madre que le cortaran las piernas”, explicó Xavi Torres, uno de los autores del documental, titulado “Soufian, el niño que quería volar”.
El primer encuentro de Messi con el niño fue a inicios del año pasado. En esa ocasión, jugaron a pasarse el balón, que iba y volvía entre la zurda del argentino y las prótesis del joven admirador. Pero a aquel encuentro le siguieron otros, entre ellos el del 15 de mayo, cuando el Barcelona recibió el trofeo de campeón de Liga tras el 0-0 con el Deportivo La Coruña.
Su gran admirador
Messi le hizo una promesa a Soufian: dedicarle un gol. Al niño le encantó la idea, pero no conseguían pensar con qué gesto iba el argentino a demostrar cuál era el gol dedicado.
Messi le hizo una promesa a Soufian: dedicarle un gol. Al niño le encantó la idea, pero no conseguían pensar con qué gesto iba el argentino a demostrar cuál era el gol dedicado.
Elevar los brazos al cielo no valía. Soufian le dijo: “Cuando anotes el gol, tócate las piernas”. El gesto llegó el 17 de septiembre en el primer gol de Messi en el 8-0 sobre el Osasuna. Una vez le dijo a su madre: “Messi dice que me admira, pero, ¿cómo es posible, si el que admira a Messi soy yo?”.
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